Por Eva Trenz
Upcycling, downcycling, reciclaje y un mejor uso de las materias primas son solo algunos términos para diferentes esfuerzos de sostenibilidad en la industria textil. El tema es complejo y puede tener muchas características diferentes.
Por un lado están las botellas PET de materia prima, es decir, antiguas botellas de agua unidireccionales, a partir de las cuales se pueden fabricar tejidos de vellón o incluso alfombras en el segundo ciclo de vida. Los artículos de moda de ayer, es decir, los textiles usados, también pueden convertirse en una materia prima codiciada y desempeñar un papel en la producción de hilo. Otra opción de reciclaje pertenece al área de utilización optimizada de la materia prima: gracias a las tecnologías avanzadas de las máquinas, hoy en día se producen hilos de alta calidad a partir de residuos de producción o incluso de borras.
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Desafortunadamente, el reciclaje de textiles no es tan simple. Solo en Alemania, cada año se recolectan más de un millón de toneladas de ropa vieja. Pero esta enorme montaña de material debe clasificarse, clasificarse y procesarse antes de que pueda utilizarse como materia prima. Parte de ella se comercializa como ropa usada. Otra parte se utiliza como materia prima y se procesa posteriormente, por ejemplo, para fabricar paños de limpieza, material aislante en automóviles o incluso billetes de banco. Y una proporción muy grande está destinada a acabar en el incinerador por su mala calidad inicial.
La ruta de reciclaje más sencilla: botella de agua con futuro
Se hace una distinción básica entre los procesos de reciclaje químico y mecánico. La recuperación de granulado de poliéster de botellas de PET se asigna al lado químico. Las botellas se trituran en copos, cuyos polímeros luego se disuelven. Estos polímeros disueltos representan la masa de hilado a partir de la cual se producen nuevas fibras o directamente una nueva banda.
Para este proceso, Truetzschler Man-Made Fibers ofrece una línea para producir hilos de alfombra de alta calidad, los llamados hilos BCF (Bulky Continous Filaments), directamente a partir de escamas de PET. El proceso tiene tres etapas y consiste en la fusión de R-PET (tereftalato de polietileno reciclado de botellas de PET), el hilado de un hilo multifilamento a través de la hilera y el posterior estirado y texturizado. El texturizado se refiere al rizado permanente del filamento.
Sin embargo, las fibras para hilos de fibras cortas cortadas (Truetzschler Spinning) o para bandas (Truetzschler Nonwovens) también pueden ser el objetivo. Para los conceptos de instalación de Truetzschler, no importa si la fibra de poliéster proviene de una materia prima secundaria o de una materia prima virgen. Desde un punto de vista puramente químico, no se puede rastrear en qué materia prima se basa la fibra.
Reciclaje mecánico
El grado de dificultad de los procesos de reciclaje siempre depende de la calidad inicial de las materias primas (secundarias). Los tejidos mezclados, por ejemplo, representan un problema básico en el reciclaje de materiales de fibra de ropa usados, porque la precisión de clasificación es realmente escasa en el mercado de textiles usados: el algodón, viscosa, poliéster, seda, poliamida, poliacrilonitrilo, lana, lino y otros materiales pueden mezclarse en una sola tela. Por otro lado, las materias primas secundarias también pueden clasificarse por tipo: los residuos o borras producidas directamente en la hilandería son de excelente calidad y pueden reciclarse perfectamente.
El camino hacia un nuevo comienzo
Cuanto más tarde se obtiene la materia prima secundaria, más complejo se vuelve el proceso de reciclaje. Los desechos de la preparación de hilatura se pueden procesar comparativamente bien. Un ejemplo de esto son las denominadas borlas, es decir, fibras y neps peinados, que son indeseables especialmente cuando se trata de hilos de alta calidad. Dado que el material ya ha pasado por la sala de soplado y sobre las tarjetas, es un “desperdicio” de alta calidad. Se trata de una materia prima reciclable que se utiliza, por ejemplo, en billetes de banco o productos de higiene o se hila en el propio hilo.
También es posible recuperar la parte de fibras buenas de los residuos de producción, como los residuos de la sala de soplado y del cardado, y reintroducirlos en el proceso de preparación del hilado. Una línea separada de reciclaje de residuos de Truetzschler con una limpieza particularmente intensiva con el Waste Cleaner CL-R aumenta el grado de apertura y permite el reciclaje hasta las últimas fibras buenas.
Los textiles usados requieren muchos pasos intermedios antes de que la materia prima resultante pueda convertirse en hilo en una hilandería. Antes de funcionar en máquinas Truetzschler, el material debe clasificarse y cortarse primero, antes de que vuelva a convertirse en una sola fibra. El resultado son pacas de fibras secundarias abiertas y separadas, que luego pueden volver a alimentarse a la preparación de hilatura.
Las balas hechas de fibras 100% recicladas se pueden procesar a través de una línea de apertura de hilatura simplificada Truetzschler. Ya no es necesaria una limpieza intensiva adicional de las fibras, ya que ya se han limpiado antes de ser transformadas en textiles. Al procesar mezclas de fibras recicladas y algodón crudo o fibras sintéticas, se recomienda el uso de una línea T-BLEND. Esto puede garantizar la precisión de la proporción de mezcla deseada, incluso en los niveles de producción más altos. Para evitar perder demasiadas fibras en el proceso de preparación, las fibras recicladas ya no se exponen a un proceso de limpieza previa intensiva por separado, sino que se mezclan posteriormente con la materia prima.
Estas balas de materias primas secundarias no solo se utilizan para producir hilos, sino también para telas no tejidas cardadas en las líneas de no tejer Truetzschler. El método clásico que se aplica aquí es el hidroenmarañamiento. También son posibles la termounión, después de la adición de fibras bicomponentes, y la unión química.
Sostenibilidad y reciclaje: más que una simple tendencia
La industria textil ha puesto la sostenibilidad en la agenda. Los esfuerzos se centran en la protección del medio ambiente y los recursos, la sustitución de productos químicos, la promoción de fibras sostenibles y condiciones de trabajo humanas. Sin embargo, desde el cultivo hasta el reciclaje o la eliminación, hay una variedad de enfoques para lograr estos objetivos.
Como uno de los principales fabricantes de maquinaria textil, Truetzschler se enfrenta a esta responsabilidad. Al diseñar nuestras máquinas, hemos prestado atención a los procesos abreviados, la utilización optimizada de la materia prima, los componentes de la máquina duraderos y las máquinas que mejoran significativamente el proceso de reciclaje, y no solo desde ayer. Junto con nuestros clientes, podemos contribuir así a una cadena de producción textil sostenible.